El Parque
El parque natural de las Hoces del Río Duratón (Declarado en 1989), con una superficie de casi 5000 ha. se encuentra situado en la provincia de Segovia, abarca parte de los términos de Carrascal del Río, Sebúlcor y Sepúlveda. El parque se extiende por un tramo que el río Duratón ha excavado, durante millones de años, en terrenos calizos, creando un conjunto de hoces, cañones y acantilados profundos, que unido a los páramos que lo rodean constituye un conjunto de gran interés paisajístico e histórico. Es muy recomendable, antes de iniciar cualquier actividad, visitar la casa del parque. Se encuentra en Sepúlveda y ocupa una antigua iglesia románica, la iglesia de Santiago. En este centro podremos recabar toda la información necesaria para aprovechar mejor la visita al parque. Una vez que hemos visitado este centro, conoceremos mejor su historia, su formación, su fauna y su flora. Además tendremos información sobre los caminos, sendas y rutas de interés biológico, histórico y artístico. También nos informarán de cualquier restricción que pueda existir en la accesibilidad al parque en determinadas épocas del año debido a los periodos reproductivos de las distintas especies.
El río Duratón rodea el enclave donde se encuentra la Ermita de San frutos
f8, 1/100, ISO 100
El Buitre leonado
En el parque, que fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en 1991, podemos encontrar hasta 130 especies de aves, alimoches, cernícalos, águila real, halcón peregrino, chovas, alondras, y un largo etc... Pero sin duda la más llamativa por su abundancia y proximidad es el Buitre leonado, Gyps fulvus (Hablizl 1783). La colonia de esta especie establecida en este parque está considerada como la mayor de Europa. Según los últimos censos está formada por más de 700 parejas. Además, los animales que componen esta colonia, son bastante permisivos con respecto a la presencia humana por lo que no es difícil fotografiarlos.
Buitre leonado, Gyps fulvus
f5.6, 1/1000, ISO 800
El Buitre leonado es un ave carroñera de gran tamaño, supera el metro de longitud y puede alcanzar hasta de 2.65 m. de envergadura con las alas extendidas. Su peso varía entre 6 y 9 Kg. Su plumaje es en general de una coloración pardo-grisácea. Su cuello es largo, fuerte y desplumado, recubierto por una fina capa de plumón, está adaptado perfectamente a su modo de alimentación y cuenta con una gola de plumas en su base. Es una de las aves más voluminosas de Europa, además de ser una de las más longevas.
Buitre leonado, Gyps fulvus
f/6.3, 1/1000, ISO 400
La ermita de San Frutos
Podremos observar y fotografiar buitres durante todo el día y por todo el parque, a largo de todo el año. Pero hay que tener en cuenta que en determinadas épocas del año hay restricciones de acceso a algunas partes del parque para permitir que los animales puedan reproducirse y criar con más tranquilidad. De estas restricciones nos tendremos que informar bien en la casa del parque antes de iniciar la visita. De cualquier forma, existe en el parque un enclave histórico al cual vamos a poder acceder durante todo el año, la Ermita de San Frutos (Construcción románica del siglo XII). Para llegar a la ermita, tomaremos una pista de tierra que sale desde la población de Villaseca, unos pocos kilómetros más adelante llegaremos a una explanada adaptada como aparcamiento y a partir de aquí tendremos que continuar a pie. Hasta la ermita nos quedará aproximadamente un kilómetro. Durante este trayecto a pie estaremos acompañados por los buitres que sobrevuelan el lugar continuamente y durante todo el día.
Ermita de San Frutos
f/5.6, 1/500, ISO 400
Fotografiarlos
El río Duratón forma un meandro alrededor del enclave de la ermita, de forma que mientras bajamos hacia la ermita, por el camino que discurre por la lengua de tierra central de la hoz, es posible asomarse a ambas vertientes. Tanto en un lado como el otro, tenemos cortados verticales de roca caliza con huecos y cornisas perfectos para el anidamiento y descanso de los buitres. Todo ello rodeado por un páramo donde predominan Sabinas y Enebros. En el fondo de la hoz se encuentran las aguas del rio.
Buitres leonados, Gyps fulvus
f/5.6, 1/1000, ISO 800
Normalmente, cuando fotografiamos a estas aves en vuelo, y hablo de mi propia experiencia, acabamos fotografiando la parte ventral con el cielo de fondo. Esto es lo más habitual. En este enclave, tendremos multitud de oportunidades de fotografiarlos mientras planean a nuestra misma altura o incluso por debajo de nosotros. Tanto páramos como cortados y también el agua, serán unos fondos perfectos para nuestras fotografías. Por supuesto, también podremos usar el cielo si así lo deseamos. La distancia a la que nos encontraremos de ellos, mientras realizamos nuestra actividad, en ocasiones llegará a ser bastante corta. Tan reducida es la distancia a la que pasan, que en ocasiones, si usamos un 400 mm., como es mi caso, no podremos abarcar al animal en toda su extensión y alguna parte de su cuerpo se nos saldrá del encuadre.
Buitre
leonado, Gyps fulvus
f/5.6, 1/1600, ISO 640
A lo largo del camino y desde la misma ermita podemos fotografiarlos mientras realizan pasadas por encima de nosotros, también por la derecha e izquierda de la hoz. Incluso por dentro del propio cañón no paran de sobrevolar las aguas que en este punto se encuentran embalsadas por la acción de la presa de Burgomillodo, situada aguas abajo.
Buitre
leonado, Gyps fulvus
f/6.3, 1/1000, ISO 1600
Para realizar las fotografías he usado un objetivo de 400mm, concretamente un Canon ef 400 mm. f5.6L USM. Creo que es un objetivo con una longitud focal adecuada para esta ocasión. No es tan pesado, solo pesa 1.25 Kg, mientras que su equivalente de abertura máxima f/2.8 pesa el doble. Se puede usar durante todo el día a pulso sin necesidad de un monopie que limita en cierta manera la movilidad durante la toma de las fotografías. Por supuesto, habrá quien prefiera usar un f/2.8, esto es a gusto y posibilidades de cada uno. Desde luego obtendremos fondos más desenfocados y menos distractivos, sobre todo si lo usamos a máxima abertura. También creo que un 300 mm. o un 70-200 mm. con un multiplicador de focal serían buenas opciones.
Buitre leonado, Gyps
fulvus
f/6.3, 1/1000 ISO 400
Respecto a la cámara fotográfica, recomiendo disparar en ráfagas, cuantos más disparos por segundo mejor. Aunque el vuelo de los buitres es bastante "pausado" y tranquilo, por regla general, también realizan acciones rápidas, interesantes para fotografiar. De esta forma nos aseguraremos de obtener toda una serie, de la que podamos elegir la fotografía que más nos guste. Cuantas más fotos, más posibilidades de captar la acción que deseamos. Una secuencia de aterrizaje...
Buitre
leonado, Gyps fulvus
f/6.3, 1/1250, ISO 200
Unas miradas al fotógrafo...
Buitre
leonado, Gyps fulvus
f/7.1, 1/800, ISO 400
Buitre
leonado, Gyps fulvus
f7.1, 1/800, ISO 400
Si estamos atentos, con un poco de suerte, podremos captar algunos comportamientos que dotarán a las imágenes de un mayor interés, acarreo de materiales para la reparación del nido, por ejemplo.
Buitre
leonado, Gyps fulvus
f5.6, 1/1000, ISO 400
Para fotografiar a los buitres leonados, no es necesario ser muy madrugador, por experiencia propia puedo decir que no empiezan a echarse a volar, en general, hasta que ya ha subido un poco el sol y ha calentado un poco el ambiente. Quizá tenga algo que ver con su forma de volar aprovechando las corrientes térmicas.
Para finalizar, para los que decidan visitar este lugar tan singular, solo me queda desearos que disfruteis haciendo fotos tanto como yo he disfrutado. Y si no os gusta hacer fotos, da igual, disfrutareis de un espectáculo natural increíble en un marco impresionante.
Si tienes interés en visitar el Parque natural de las Hoces del rio Duratón o simplemente sientes curiosidad por conocer más, a continuación te dejo algunos enlaces interesantes.